La Asociación Taurina Parlamentaria (ATP), representada por Don Miguel CID y la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros de España (ANPTE), representada por su Presidente en funciones Don José Luis Fernández, se reunieron en fechas pasadas para valorar la situación de la Tauromaquia con honda preocupación, agravada por las consecuencias de la pandemia que venimos sufriendo, que además de impedir la celebración de espectáculos, hace muy difícil la realización de eventos, actos culturales, jornadas formativas, etc., entre y para los aficionados e intervinientes interesados.
En la reunión se alcanzaron tres acuerdos fundamentales:
1) COLEGIO DE PRESIDENTES DE PLAZAS DE TOROS.
La necesidad de dar pasos firmes hacia la creación de un organismo de tipo colegial de Presidentes de Plazas de Toros que garantice la dirección y gestión de los espectáculos por personas cualificadas y de criterio independiente en todos los festejos.
2) DESIGNACIÓN DE LOS PRESIDENTES.
La conveniencia de que todas las administraciones competentes puedan contar con una bolsa de personas con amplia formación, afición y experiencia, para su nombramiento como Presidentes de los espectáculos taurinos, que garantice el correcto desarrollo de los mismos con arreglo a los reglamentos y la Ley
3) ANÁLISIS DE PITONES OBLIGATORIO PARA LUCHAR CONTRA EL FRAUDE.
La urgencia de llevar adelante todo tipo de acciones encaminadas a impedir la manipulación fraudulenta de los toros en todos sus aspectos, con especial referencia a la manipulación fraudulenta de las astas, con demanda a las administraciones públicas para que usen sus muchos recursos legisladores, para implementar un sistema aleatorio y obligatorio de análisis de pitones, al menos dos de las reses lidiadas, en las plazas de primera y segunda categoría.
Se reafirmó la voluntad de cumplimiento del acuerdo suscrito por ambas organizaciones, destinado, entre otros, a la defensa de la integridad de los espectáculos taurinos, como expresión genuina de una parte muy importante de nuestro patrimonio cultural, frente a los intentos de prohibición de una minoría animalista.