Con motivo de los hechos ocurridos en la corrida de toros de la feria de San Bernabé de Marbella el pasado 14 de junio de 2025.
En una decisión sin precedentes el pasado sábado día 14 de junio en la Plaza de Toros de Marbella, la presidencia de la Plaza ejercida ese día por un “torero” otorgó tres indultos en el mismo festejo.
El reglamento taurino contempla el indulto como un reconocimiento a la bravura sobresaliente del toro. Concederlo en masa pone en riesgo la legitimación del criterio técnico y artístico que debe imperar en la lidia. La figura del indulto es una excepción que recogen los reglamentos como recurso para padrear, no como un recurso repetitivo al servicio del espectáculo.
La presidencia de Marbella nos plantea varios interrogantes. ¿Se ha perdido el equilibrio entre la exigencia y el espectáculo? ¿Lo excepcional se convierte, en Marbella, en rutina? ¿La concesión de estos tres indultos deja vacío el significado real del mismo?
Para ANPTE, con la actitud del presidente en Marbella, quien gana es el torero o el mal llamado “espectáculo taurino”, nunca el toro o el espectador. La bravura ya no resulta excepcional, sino que lo excepcional ahora pasa a ser el espectáculo de indultos nunca visto.
Desde ANPTE afirmamos que, con estas prácticas, se banaliza un símbolo histórico. Se corre el riesgo de inducir al publico a una “fiebre indultista” sin precedentes y se incumple el reglamento.
Por ello, pedimos que la presidencia esté ocupada por personas con capacitación técnica, que puedan valorar la bravura desde criterios objetivos, basados principalmente en la suerte de varas y resto de comportamientos del animal durante la lidia. Y, finalmente, negamos que se haya producido una corrida histórica, sino un histórico abuso propio de un “espectáculo de feria”.
Lo histórico debería ser el respeto al toro, a las reglas y al arte. Con presidentes así el toreo no necesita de antitaurinos.